Revelaciones del Rey Paimon

Si se quiere ver bien, la historia del Rey Salomón y los 72 espíritus recogidos en la Llave Menor, o mejor dicho, el mito de control y dominio de estos espíritus, no deja de ser muy similar a los esquemas y enseñanzas de los, tan mencionados en toda la tradición literaria y filosófica, mitos greco-latinos.
Solo en el desierto, sin referencia, se van apareciendo los 72 espíritus con sus respectivas legiones, cada uno portando unos atributos concretos que, entre todos, se complementan. Estos son dominados por Salomón en el momento que son nombrados, esto es, cuando podemos nombrar algo, pasa a identificarse y a pertenecer al mundo de lo manejable: toma entidad y se puede definir, por lo que ya sabemos qué es y podemos manejarlo en su totalidad. Esto no deja de ser el evento de toma de conciencia, en este caso, de determinado aspecto en forma de daemon. Así, en el momento que, tirando de la referencia manida, estamos a solas con nuestros demonios y los controlamos, somos más libres. Sin embargo, en contra de la lectura abrahamanica, estos no son algo negativo, externo, que aparece y que hay que dominar, sino las mismas partes que conforman nuestra psique. De esta manera, dominar a los daemones es reconocerse en ellos, en un ejercicio psicólogico terapéutico y de crecimiento.
No puede dejar de recordarme, también, al relato del "Libro Tibetano de los Muertos", donde todos los dioses, nobles e iracundos, son hologramas de uno mismo que aceptar en un último ejercicio de madurez final. Así mismo lo vio Carl Jung, que si no me equivoco también habla de la Goetia.
Sean estos arquetipos internos de nuestra mente a los que les damos entidad, o entidades reales autónomas a nosotros - en el fondo no hay diferencia-, se podría concluir que nos podemos reconocer y forman parte de nosotros en tanto que todos somos representantaciones conscientes de la voluntad que se expresan en estas formas -por utilizar una terminología schopenhaueriana- , y que en el fondo "venimos" o somos lo mismo.
Ahora se entenderá mucho mejor el porqué de que lo más aceptable sea el rechazo a los moneteismos, a lo que representa el concepto más moderno del YHVH como entidad singular, y derivados específicos como Alah, Dios, o Jehová, así como otras formas estereotipadas de lo que alguna vez fue algo parecido a espiritualidad fértil. Y no resulta una charlatanería arbitraria y errada, entonces, la concepción de lo "espiritual" junto con el estudio científico positivo, como dos formas de acotar y entender lo real, en sus ámbitos, teniendo una lógica propia tras de sí la existencia de espíritus, dioses, y pudiendo conocer y leer con vista de filósofo el vasto y repudiado conocimiento que alberga toda la tradición cultural humana.
Titulemos a esto, pues, revelaciones del Rey Paimon, maestro de las ciencias y conductor de la intuición con el único y magnífico fin de crecer en todas las direcciones y sentidos hasta agotarse.

No hay comentarios: